En Rosario festeja su cumpleaños 36 luego de ser campeón del mundo y con el destino en Miami.
Messi celebra como campeón del mundo, el título que tanto persiguió y lo obsesionó durante su incomparable carrera. Y uno de los pocos que puede pasar junto con su gente y sin estar concentrado.
La gloria máxima que hace seis meses abrazó en Qatar vale más que ninguna para él. Y lo hizo replantear el rumbo de los años por vivir. “Ya está, ya está, no hay más nada” le gritó desde la cancha a su familia inmediatamente después de la imborrable consagración contra Francia.
Por eso, luego de su paso ingrato de dos temporadas por el París Saint Germain, donde admitió que no fue feliz, y con la satisfacción del objetivo cumplido, eligió quitarse de encima una mochila de presiones y no seguir apuntándole a la rutina de lo extraordinario y a los grandes logros, esos que consiguió a lo largo de sus 18 años de campaña profesional.
Su Rosario natal, ciudad que le preparó un homenaje especial por su día. Sucedió en el Monumento a la Bandera, que se tiñó de celeste y blanco, proyectó una imagen de Leo y le envió un mensaje de saludo y cariño por su aniversario…
LOS NUMEROS IMPRESIONANTES DE MESSI